El sentido común, la homeopatía de la política

Madrid

Sentido común y empatía para un jueves de julio. El sentido común es como un remedio casero, es una virtud, sin duda, y lo es en todos los ámbitos de la vida. Pero apelar al sentido común como la solución a los grandes problemas en política es tanto como acudir a la homeopatía, al remedio de la abuela cuando lo demás no termina de funcionar. Mariano Rajoy pide recorrer las vías del sentido común y de la empatía para deshacer el nudo catalán, cada vez más cerca del uno de octubre y el presidente del gobierno apela al sentido común. Pero y ¿qué pasa cuando el interpelado no aplica el sentido común? En ese caso, y para solucionar ese problema ¿aplicamos el sentido común?

Pero aceptemos que el sentido común es parte de la solución. ¿No sería de sentido común que si una mayoría de los catalanes quiere poder votar en un referéndum pactado y legal se buscara la forma de hacerlo? ¿O el sentido común solo tiene sentido cuando es mi propio sentido común?

Quizá a la política haya que pedirle algo más que eso. Tal vez la política, además de tener mucho sentido común, que nunca está de más, deba ser audaz, valiente, original, atrevida, incluso revolucionaria...

Ah, se me olvidaba, la empatía. Sentido común y empatía. La empatía quizá se parezca mucho a un "Luis, sé fuerte".