En peligro la vida de 100.000 doradas por falta de previsión en su alimentación
Uno de los trabajadores de la piscifactoría en la que se encuentran explica la cruda situación en la que están estos peces
Madrid
La vida de 100.000 doradas que habitan en una piscifactoría corre peligro porque la empresa se somete a un concurso de acreedores. Esta situación produce falta de pienso y del tratamiento de las aguas en las que se encuentran, por lo que podrían morir. Por el momento, uno de los trabajadores de la planta las mantiene con vida administrándoles alimento. Él es Carlos Peci, con el que hemos hablado enHoy por hoy con Macarena Berlín.
El desayuno de las 10 (29/06/2017) - Peligro de muerte para 100.000 doradas de una piscifactoría
08:33
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El empleado señalaba que aún no están desatendidos estos peces por completo, pero que hay una evidente falta de medios. Esto se remonta al año 2016 cuando redujeron el salario de los trabajadores para poder comprar más pienso. "Decidimos dejar de cobrar para comprar pienso", relataba.
Las condiciones que viven estos seres vivos han sido denunciadas por el Servicio de Protección de Naturaleza de la Guardia Civil, quienes acudieron a la piscifactoría en varias ocasiones desde febrero. "Los empresarios prometieron solucionarlo después de esa visita", decía. Pero tres meses y medio después, siguen bajo esa situación crítica. "Están actuando tarde", indicaba, a pesar de que hubieran alertado de la falta de alimento. "Hasta que no han muerto los primeros peces no han actuado", manifestaba. Tampoco pueden venderse porque, al no estar bien alimentadas, no cumplen con características atractivas para los compradores.
Otro de los problemas es el oxígeno, que escasea en el agua. Al alimentarlas necesitan más oxígeno y empeoraría la condición del agua. "Si les alimentamos los vamos a matar", concluía. De los once trabajadores que contenía la empresa ahora solo quedan dos, aunque algunos compañeros que ya no formaban parte de ella prestaban su ayuda hasta que lo prohibieron. Estas 100.000 doradas, cree el trabajador, no durarán más de cinco días.