Ochenta de aquellos trecientos cincuenta diputados conoció la cárcel
La ausencia del Rey Emérito debió haberse remediado porque la realidad es que don Juan Carlos está vivo y fue uno de los indudables protagonistas de aquella fecha. No haber previsto la manera de incorporarle a la conmemoración es una muestra de falta de sentido común de la Casa Real, del Gobierno y de la presidenta de la Cámara
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Soledad Gallego-Díaz: 'Ochenta de aquellos trecientos cincuenta diputados conoció la cárcel'
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Es posible que el protocolo del acto celebrado ayer en el Congreso de los Diputados para conmemorar las primeras elecciones generales libres y la formación de las primeras Cortes democráticas impidiera que estuvieran juntos el rey Felipe VI y su padre, el rey emérito, pero si así fue debió haberse remediado esa ausencia de alguna manera porque la realidad es que don Juan Carlos está vivo y fue uno de los indudables protagonistas de aquella fecha.
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No haber previsto la manera de incorporarle a la conmemoración es una muestra de falta de sentido común de la Casa Real, del Gobierno que le debe aconsejar y de la presidenta de la Cámara que era la anfitriona y quien debió idear la fórmula para no desairar en su casa a un invitado tan necesario.
El primer congreso democrático, que ahora se conmemora, estuvo formado por 350 diputados, lo mismo que el de ahora. Una pequeña ficha sociológica elaborada en aquella época ofrece algunos datos curiosos: la mayoría tenía entre 35 y 45 años, aunque el 18% rondaba o sobrepasaba por poco la treintena. El 42% de aquellos diputados había nacido en zonas rurales y el 38% en capitales de provincia que no eran ni Madrid ni Barcelona.
De acuerdo con la profesión del padre, la mayoría, casi un 30% procedía de hogares con profesiones liberales y casi un 13% eran hijos de grandes o medianos empresarios, pero otro 13% afirmaba que era hijo de obrero especializado y un 4% decía que su padre era trabajador agrícola.
El 82% de los diputados de 1977 había cursado estudios superiores, pero un 7% solo había recibido educación primaria. Ochenta de aquellos 350 diputados habían conocido las cárceles de la dictadura por motivos políticos, la mayoría por periodos de 1 a 5 años, pero algunos que habían sufrido hasta entre diez y veinte años de cárcel.
La mitad de los diputados decía que iba a misa y si se les pedía que se colocaran en una franja ideológica, al margen de su partido político concreto, un 53 % aseguraba, curiosamente. que se sentía más próximo a la socialdemocracia que a cualquier otra opción.
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Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...