Fuera de Europa hace mucho frío
Europa necesita muchas reformas y debería mirar más a las personas. Europa con todas sus contradicciones, pero a pesar de todo, fuera, hace frío, mucho más frío.
Pepa Bueno: 'Fuera de Europa hace mucho frío'
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Hoy toca hablar bien de Europa. No es frecuente últimamente. Europa, el lugar del mundo en el que más y mejor se han alcanzado históricamente niveles de bienestar social, el lugar por el que muchos pierden la vida en las fronteras de tierra o de agua. Europa lleva años dándonos disgustos. Y sin embargo, estos días la hemos encontrado ahí donde hacía falta y urgente.
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En Portugal, por ejemplo, donde las llamas siguen arrasando y hoy el 30 por ciento el incendio sigue fuera de control. Ya son 64 las víctimas mortales y más de 100 los heridos y hay varias aldeas a las que no han podido llegar los servicios de emergencia. Además de los países vecinos, Bruselas envió aviones, bomberos, auxilio y ahora se compromete a cofinanciar el 95% de las reconstrucción que sea necesaria.
En Reino Unido, los británicos votaron hace ahora exactamente un año irse de la Unión Europea. Fue una campaña tóxica, llena de mentiras y exageraciones, les vendieron el paraíso fuera de la Unión y un año después nadie tiene muy claro qué paraíso es ese, porque todos afrontamos problemas comunes que no desaparecen por levantar una frontera como desgraciadamente Reino Unido viene comprobando. Más bien al contrario.
A lomos del peor populismo, Theresa May se limitó a las grandes frases, "Brexit es Brexit" y otras de igual profundidad. Pero el destrozo electoral que ella misma se ha infligido ha cambiado radicalmente las tornas. En situación de mayor debilidad, su ministro para el Brexit habla ahora de una salida no traumática, pero como no tiene un modelo, nadie sabe exactamente qué pretenden, mas allá de todas las ventajas de estar dentro y ninguno de los inconveniente. Al final se han impuesto las condiciones de Bruselas para empezar a hablar. Si usted se quiere ir, primero nos divorciamos y luego hablamos de nuestra nueva relación. Y como prioridad, la situación de los europeos que viven en suelo británico y de los británicos en el continente.
Lástima que esta solidaridad con sus propios ciudadanos se extienda apenas a los que mueren en el Mediterraneo procedentes de la guerra o el hambre de la ribera sur. Y aun así, es Italia la que busca hoy, a la desesperada, a 126 inmigrantes desaparecidos cuando su embarcación quedó a la deriva al robarles piratas libios el motor. Sólo han sobrevivido 4 personas.
Europa, que necesita tantas reformas, que debería mirar más a las personas y menos a la reglamentación exhaustiva, con dirigentes incapaces de asumir que la austeridad no ha dado los frutos que esperaba y ha pasado una altísima factura. Sí, Europa con todas sus contradicciones, pero a pesar de todo, fuera, hace frío, mucho más frío.
