Rappel : "Me enorgullezco de haber echado las cartas a Franco y a La Pasionaria"
El vidente está a punto de debutar como actor en el teatro con la obra ‘El secuestro del adivino’
Barcelona
Es uno de los videntes más conocidos de nuestro país y un habitual des las revistas del corazón, por su trabajo, su vida y sus apariciones en televisión. Pero ahora Rappel está a punto de debutar como actor en el teatro con la obra ‘El secuestro del adivino’ una comedia escrita por Zenón Recalde que narra la historia de un secuestro, el del propio Rappel antes de entrar en un plató de televisión.
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"Tenía mucho respeto a subir al escenario, cuando me lo ofrecieron pensé que era una cámara oculta" explica el futurólogo que se encuentra ensayando para el estreno el 10 de Junio en Granada. Y no oculta los nervios. "Llevo más de 50 años en los medios, siempre tienes una responsabilidad, pero en directo, delante de un público, interpretar un guion…".
La historia de Rafael Francisco Payá Pinilla, que así se llama realmente Rappel, tiene muchas más páginas que las dedicadas a la videncia. No todo el mundo lo sabe, pero Rappel empezó en el mundo de la moda, gracias al negocio de telas que montaron su padre y su abuelo con la ayuda económica del conocido modisto Cristóbal Balenciaga. "Balenciaga fue vidente de nuestro negocio" explica con humor. El negocio fructificó, y un joven Rappel quiso entrar de lleno. "Con 15 años yo quería aprender moda. Para mí fue un sueño, estar al lado de los grandes genios de la costura".
Rappel llegó a tener su propia casa de modas, se casó y tuvo dos hijos. Fue al tener a su segundo hijo cuando comenzó, casi sin querer, su carrera en la videncia. "Al día siguiente de nacer, me quedo mirando al niño y digo que 'qué pena, este niño se va a morir antes de un año y de algo de la cabeza'. Mi familia pensaba que estaba loco". La profecía se cumplió y el niño murió con 11 meses de neumonía. A partir de ahí se volcó en lo que sería su profesión "Estudié astrología y fui intentando conocer más cosas adivinatorias".
En todos estos años de carrera, personajes de todo tipo han pasado por sus manos, entre ellos, según asegura, el mismísimo Franco. "Es anecdótico, también me enorgullezco de haber echado las cartas a La Pasionaria" explica en referencia a la líder comunista de la que asegura no pudo contener las lágrimas al recordar a uno de sus hijos. "Se emocionó y se echó a llorar". Eso sí, él asegura que cobrar a los personajes famosos: "Voy a muchas fiestas...a muchas casas, a muchos barcos, donde no me paga nadie nada". Donde si qué habrá que pagar es en el teatro para ver esta incursión en la interpretación del vidente. Quién sabe si su futuro pasa por la carrera actoral...