Choque inevitable

Madrid

Los dos trenes llamados a chocar sin remedio enfilan la última recta, que además tiene pendiente, en la que van a coger la velocidad del impacto. El gobierno de Mariano Rajoy ha endurecido el lenguaje como no había hecho hasta ahora, esperando a que lo que bautizaron como el suflé independentista bajara de manera espontánea. El gobierno de la Generalitat está acelerando los preparativos de un referendéndum unilateral e ilegal. Estas son las dos rectas y en medio, el impacto.

Puigdemont llegó la semana pasada a Madrid con la intención de hacernos creer que estaba abierto al diálogo, pero el único punto de este diálogo era o referéndum o independencia. No se puede proponer una negociación si una de las partes solo va a aceptar un final y así lo plantea desde el principio. Mariano Rajoy ha sido incapaz de lanzar un mensaje alternativo al de la legalidad vigente, ni siquiera un mensaje con el que se pudieran identificar aquellos que no quieren la independencia, pero sí contemplan un encaje o una relación diferente entre Catalunya y España.

De Catalunya llega el referéndum o nada, de Madrid sale el no es no al referéndum. No hay alternativa ni para unos ni para otros y si en algun momento la hubo la dejaron pasar porque a unos y a otros les iba bien escenificar el desencuentro ante sus respectivas parroquias. Así pues ya estamos en la recta final, la del choque ya inevitable. Solo nos queda esperar que sea lo más rápido posible porque el diálogo y la negociación es imposible antes del impacto, pero necesario después de él. Aunque todo dependerá de lo malparados que salgamos.