Todo normal, que nadie se altere
Normal es que Mariano Rajoy Brey tenga que ser citado como testigo porque decenas de cargos de su partido estén en la cárcel, o en las puertas. Normal es que Esperanza Aguirre compareciera ante la Audiencia Nacional para representar el patético papelito de la pobre ignorante, porque ella nada sabía.
El Ojo Izqierdo:'Todo normal, que nadie se altere'
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De lo más normal es todo lo que pasa en este país, como muy bien dice nuestro presidente. Normal es, por ejemplo, que él mismo, Mariano Rajoy Brey, tenga que ser citado como testigo porque decenas de cargos de su partido, nombrados o amparados por él mismo, estén en la cárcel, o en las puertas, por llevarse millones a Suiza o gastarse en fiestas de sus niños o relojes de lujo el dinero de los contribuyentes.
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Normal es que ayer mismo la presidenta de su partido en Madrid, la siempre desvergonzada Esperanza Aguirre, compareciera ante la Audiencia Nacional para representar el patético papelito de la pobre ignorante, porque ella nada sabía, escuela marianista, y que incluso se marcara algún sollozo como víctima maltratada. A otro perro con ese hueso, para seguir su estilo cañí.
Normal es también que haya periodistas boquirrubios que se pringuen hasta las cejas, o que se registren grandes empresas para encontrar pruebas de las coimas o que el jefe de los fiscales, nombrado a dedazo por ese desahogado ministro de Justicia que padecemos, haga mangas y capirotes en su departamento, porque a mí me da la gana.
Normal también debe ser, por cierto, que un partido de izquierdas, Podemos, desaprovechara la oportunidad de sacar a esta derecha corrupta del Gobierno. Luego vino el no es no, y después el no es sí.
Normal.