Aroma de último intento

Madrid

Carles Puigdemont y Oriol Junqueras escriben hoy en El País. Pocas novedades en el texto: la celebración del referéndum como irrenunciable y la petición de diálogo al gobierno central para poder pactarlo. Nada nuevo, salvo que la forma de solicitarlo tiene aroma de último intento o para que quede escrito que por ellos no ha sido, que han tenido voluntad de hablar hasta el último momento, aunque solo quieran hablar de una cosa, del referéndum. Cuando sea demasiado tarde, dicen, no nos miren a nosotros.

Un último intento antes del golpe final porque, por si alguien no lo ha entendido, queda claro que no van de farol, que piensan llegar hasta el final. Aquellos que primero hablaron de souflé, que después esperaron a que bajara, que luego se apuntaron a la teoría del cansancio, los abonados a la acción de la justicia, a todos ellos parece ir dedicado el artículo de hoy de Puigdemont y Junqueras.

Los independentistas siguieron pasando pantallas hasta llegar al artículo de hoy, posiblemente la última advertencia antes de la ruptura. El gobierno central no movió un dedo a pesar de ver cómo las pantallas pasaban ante sus narices. ¿Y ahora qué? No hay acuerdo ni siquiera para los temas a negociar si es que algún día se negociaran y así parece imposible frenar el impacto.

Si Rajoy esperaba que a una buena parte de los catalanes se les pasara la fiebre independentista debería saber ya que la fiebre sigue alta, pero es que además a estos catalanes se han sumado otros sin fiebre independentista, pero con ganas de ser preguntados.

Y, llegados a este punto, ¿qué hacemos?

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