"Algunas industrias alimentarias no buscan la salud como prioridad"
Durante las últimas semanas hemos visto muchos titulares sobre productos polémicos: azúcar, aceite de palma, refrescos… ¿Estamos, de verdad, rodeados de alimentos poco saludables o nos estamos obsesionando?

GETTY

Madrid
El domingo pasado en SER Consumidor hablamos con Miguel Ángel Martínez González, catedrático de la Universidad de Navarra y uno de los cerebros del principal estudio científico (PREDIMED) sobre la dieta mediterránea y sus efectos en la salud, y además profesor visitante en Harvard.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
“Se está cambiando la dieta mediterránea por un patrón más americano”
"No se trata de prohibir nada pero sí de reducir los menos saludables y aumentar los saludables. PreDiMed ha demostrado que el aceite de oliva, la dieta mediterránea y los frutos secos son muy saludables porque hemos reducido en un 30% los infartos y accidentes cerebrovasculares", nos explicó Martínez.
Sobre la industria alimentaria, que dice ofrecer productos "muy saludables", cuando al leer la etiqueta no siempre es así, dijo: "Aquí hay dos intereses muy conflictivos. Por un lado están los intereses de la salud pública, que es hacer más fácil lo más sano; y después están los intereses comerciales que son contrapuestos, porque tratan de hacer más fácil la opción que es más económica para la industria".
A lo que añadió que "se buscan materias primas muy baratas, que tengan mucha vida de estantería, que se le pueda sacar mucho margen y que sea muy agradable al paladar; pero no se busca la salud como prioridad en algunas industrias alimentarias".
¿Nos estamos alejando de la dieta mediterránea? "La dieta mediterránea es un patrimonio cultural de la humanidad y un gran bien, pero lamentablemente los países mediterráneos, sobre todo las generaciones más jóvenes, se están alejando y mucho de la dieta mediterránea. La globalización es una realidad y se adoptan los patrones más americanizados de consumo de bebidas azucaradas, productos de hamburgueserías, procesados…", nos explicó.