Sin perdón, sin vergüenza
Las instituciones internacionales confirman la recuperación económica de nuestro país –en las grandes cifras- pero alertan de la desigualdad, de la precariedad y del ingente número de cadáveres –sobre todo jóvenes- en la cuneta

La opinión de Francino (14/03/2017) - Sin perdón, sin vergüenza
03:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Hace cosa de un mes, era exactamente el 10 de febrero (lo recuerdo porque ese día hacíamos el programa en Canarias) les conté la historia de dos mujeres que celebraban alborozadas un empleo de 50 horas a la semana, 500 euros al mes y una ayuda para comida. Recuerdo mi estupor por las muestras de alegría y también lo mal que me sentí por no comulgar con esa teoría tan de moda que dice: “mejor un mal empleo que ninguno”. Pensé entonces, y sigo pensando, que eso es una trampa; y que da excusas a un montón de chorizos que tratan de explotar al personal. Así lo pienso y así lo digo.
Pero hete aquí que todo es digno de empeorar; y si no, atentos a lo que ocurrió ayer en Barcelona. Oferta de empleo: se busca redactor (o redactora) para agencia de publicidad. Insisto: oferta de empleo, no convocatoria de beca o programa de prácticas; oferta de empleo. Responde una universitaria a punto de cumplir 21 años, en tercero de carrera y con cuatro idiomas. Llega a la entrevista, hablan con ella…¿y qué le ofrecen? Pagarle el transporte. Y además le explican que esa experiencia va a ser muy buena para su currículum.
¿Se animan a ponerle nombre a todo esto? Pues miren, mientras se lo van pensando, sepan que la OCDE acaba de advertir a España de que el aumento de la pobreza está directamente relacionado con eso, con el empleo de baja calidad. O sea que ya no son cuatro tristes –como diría Rajoy- quienes van aireando los problemas; son las instituciones internacionales, que confirman la recuperación económica de nuestro país –en las grandes cifras- pero que alertan de la desigualdad, de la precariedad y del ingente número de cadáveres –sobre todo jóvenes- en la cuneta. Y eso, no nos engañemos, además de una inmoralidad...es una bomba de relojería.


No me extraña que Joaquín Estefanía haya escrito un libro inspirado en conversaciones con sus nietas, titulado: Abuelo, ¿cómo habéis consentido esto? Lo peor será que dentro de unos años esas mismas nietas tengan que escribir otro libro invocando ya a la familia entera de todos nosotros; para entendernos, acordándose de sus muertos.