¿No podrían ahorrarnos los cuadros y hacerse una foto?

Madrid

Jose Ignacio Wert tendrá desde hoy su retrato colgado en el Ministerio de Educación y Cultura. Podríamos polemizar sobre si este ministro, que tragó sin rechistar la subida del IVA cultural y un recorte milmillonario en Educación, que dejó como herencia una LOMCE para el desguace, que fue incapaz de terminar su mandato y que con un 2,49 cosechó en el CIS la peor nota de un ministro en la democracia, merece ser recordado con honor en el ministerio. Pero si es ineludible, cabría preguntarse si para recordar su cara en una pared es necesario encargar un cuadro a un pintor de moda que nos va a costar 20.000 euros.

Es cierto que Wert no es el primero ni su cuadro es el más caro pagado con nuestros impuestos. El retrato del expresidente del Congreso, Jesús Posada, nos costará 66.000 euros, más de tres werts. Así que, en general, es razonable preguntarse hoy si con lo que llevamos a nuestras espaldas no estamos encargando cuadros por encima de nuestras posibilidades para recordar a quienes nos apretaron el cinturón por vivir por encima de nuestras posibilidades.