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Néstor Almendros: El mago de la luz

El 4 de marzo se cumplieron 25 años de la muerte de Néstor Almendros, uno de los mejores directores de fotografía de toda la Historia del cine.

Néstor Almendros

Madrid

Para Néstor Almendros lo importante de la fotografía en una película no era la técnica sino la sensibilidad plástica. Para iluminar usaba espejos, velas y lámparas portátiles, pero sobre todo luz natural.

Sucedió Una Noche (5/3/2017): Nestor Almendros, 25 aniversario

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Pero llegar a ser el mejor no fue un camino fácil. Nació en Barcelona en 1930 y era hijo de un profesor de ideas republicanas que acabó exiliándose en Cuba tras la guerra. A los 17 años hizo las maletas y se reunió con su padre en La Habana. Allí descubrió su pasión por la fotografía trabajando en varios oficios relacionados con ella.

Néstor Almendros

Néstor Almendros

Fundó un cineclub en La Habana con el escritor Guillermo Cabrera Infante y Tomás Gutiérrez Alea, que posteriormente se convertiría en uno de los más famosos directores del cine cubano. Néstor Alemndros también pensó en dirigir y estudió cine en Nueva York primero y después en Italia.

Cuando en Cuba triunfó la revolución castrista, Néstor Almendros, homosexual declarado, veía como se iba convirtiendo en un objetivo de la represión. Además, por aquella época, se sentía muy atraído por el cine de la Nouvelle Vague francesa y decidió viajar a París.

Néstor Almendros

Néstor Almendros

Pasó varios años malviviendo en la capital francesa con diversos empleos. En 1964 entró en el cine casi por casualidad. Le gustaba colarse en todos los rodajes que podía. Un día el director Eric Rohmer rodaba un corto y su director de fotografía no se presentó. Almendros se ofreció entonces a hacer el trabajo gratis y el director quedó tan contento que en sus siguientes cortos volvió a llamarle, esta vez ya de forma profesional.

En 1966 Rohmer le hizo debutar en el que sería el primer largometraje del barcelonés: “La coleccionista”. A partir de entonces se convirtió en un miembro habitual de su equipo. Con él rodaría “Mi noche con Maud”, “La marquesa de O”, “Pauline en la playa” entre otras.

Néstor Almendros manejaba la iluminación como nadie y controlaba no solo la fotografía, sino también la cámara siempre que podía, ayudaba a reescribir guiones y supervisaba los decorados o el vestuario. Más que un director de fotografía era un asesor del director al que todos consultaban.

En Francia trabajó también con Barbet Schroeder, pero en especial con otro cineasta que también le convirtió en su director de fotografía habitual: François Truffaut. Su primera película juntos fue “El pequeño salvaje” en 1969, un film en blanco y negro, todo un reto para Almendros en un momento en el que el color dominaba por completo el cine. Después vendrían otros muchos títulos como “El diario íntimo de Adela H.”, "El último metro" o "La noche americana".

Néstor Almendros y François Truffaut

Néstor Almendros y François Truffaut

En España, en cambio, solo trabajó en una ocasión. Fue en la película “Cambio de sexo” de Vicente Aranda. Ese mismo año Almendros recibió la llamada de Hollywood. Terrence Malick le reclamó para fotografiar los trigales y las praderas americanas en “Días del cielo” y Néstor realizó en ella uno de los mejores trabajos en su campo de toda la historia del cine, con una gama de colores única que logró filmando pocos minutos al día, sobre todo durante los amaneceres y los crepúsculos. Por este trabajo Néstor Almendros ganó el Oscar.

En los años siguientes volvería a ser nominado en dos ocasiones más, por “El lago azul” y por “La decisión de Sophie”. Trabajó con Scorsese, Alan J. Pakula o Mike Nichols pero su director fetiche fue Robert Benton, gran amigo suyo. Para él hizo la fotografía de “Bajo sospecha”, “En un lugar del corazón”, “Nadine” y “Kramer contra Kramer”.

La última película de la carrera de Nestor Almendros iba a ser también un film de Robert Benton protagonizado por Dustin Hoffman: “Billy Bathgate”. La película supuso un gran reto para Almendros, ya que durante su rodaje no se encontraba bien de salud. El SIDA le estaba consumiendo. Finalmente, esa enfermedad acabaría con su vida el 4 de marzo de 1992. Uno de los mejores profesionales nacidos en nuestro país que ha tenido el cine, fallecía con tan solo 61 años, cuando todavía estaba en la plenitud de su carrera.

Elio Castro

Elio Castro

Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...

 
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