La credibilidad de Ciudadanos está en juego

Madrid

El presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, sigue en su puesto a pesar de su imputación, pero sobretodo, a pesar del acuerdo firmado con Ciudadanos para su investidura, y el acuerdo que Ciudadanos firmó también para la investidura de Rajoy. En ambos acuerdos imputación significa abandonar el cargo público. El presidente murciano no lo entiende así, y tampoco lo entiende así su propio partido.

Esta misma tarde el vicesecretario Fernado Martínez Maíllo salía en su defensa, argumentando que no tiene ningun tipo de imposibilidad, ni siquiera legal, para ser presidente de Murcia. Y ha añadido que se trata de una persecución política. Que curiosos son los argumentos que se utilizan a favor o en contra en función de los intereses. El PP utilizando el mismo argumento que critica cuando lo esgrimen desde Catalunya, la persecución política vinculada a procesos judiciales.

Pero volviendo a la imputación del presidente murciano, ya imaginábamos que la voluntad regeneradora del PP duraría lo que tardó en firmar los pactos de investidura, pero de Ciudadanos, la otra parte contratante, se podía esperar algo más. No en vano la regeneración parecía lo más asentado de su ideologia que puede cambiar cada Congreso. Pues bién, ha pasado ya una semana y Ciudadanos no pasa de la exigencia del cumplimiento del acuerdo. Y al PP, la exigencia como que le da igual.

Si Ciudadanos quiere seguir presentándose como responsable de que la regeneración entre en la vida política, deberá ser algo más creible. Quien saca pecho porque Chaves y Griñan ya no estan en la política gracias a ellos, debería ser más contundente en Murcia. Pero parece que le cuesta hacer cumplir los pactos cuando la primera parte contratante es el PP. Su credibilidad está en juego.