Maradona, ¿un escándalo más?

Madrid

Lo que voy a hacer es utilizar a Maradona para hablar de algunas cosas. Digo utilizar y no hablar estrictamente de él porque no hay denuncia de malos tratos ni está probado que los hubiese. También es cierto que el hecho de que no haya denuncia desgraciadamente no significa nada. Quizás haya sido eso lo que ha alimentado un titular con mucho éxito en España y Argentina: “Maradona y el escándalo”, “Maradona la lía en Madrid” o “Maradona de nuevo en el ojo del huracán”.

Titulares a los que sólo tiene derecho una celebridad. Si en un hotel se produce una llamada avisando de una bronca entre una pareja o directamente de malos tratos, no hay un escándalo sino un supuesto delito de agresión machista. No se puede diluir la sospecha de un delito de violencia de género en la lista de supuestos escándalos del protagonista, como una tarjeta roja, el consumo de drogas o sus enfrentamientos con los reporteros. Eso es minimizar algo que ya está suficientemente minimizado en la sociedad como para que se compare con algo menor. Si alguien, una estrella de rock, un futbolista o un actor, o cualquier hombre famoso, le pega a una mujer no es un escándalo sino un delito; no es un escandaloso, sino un maltratador.

Y si se recibe una llamada de denuncia, como ocurrió en el hotel madrileño, se investiga. Se investiga y se informa con gravedad de la investigación, no como un número más del circo que acompaña a Maradona sino como un delito que no afecta sólo a su pareja sino a todas las mujeres que han estado, están o pueden estar en su situación.