Adiós, pequeña, adiós
Que la injerencia del Estado en la sociedad para corregir las desigualdades o para hacer que la aplicación de la ley, como en el caso de la película, no vaya en contra de los intereses de la persona a la que hay que proteger
Manuel Jabois: 'Adiós, pequeña, adiós'
02:13
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Ayer la Policía Nacional detuvo a la madre de una niña de 13 años que presuntamente se estaba prostituyendo en las calles de Almería para ocuparse de su hermano menor y pagar, según la Policía, el tabaco y el alcohol de la madre detenida. La niña no estaba escolarizada y su estado era de abandono. Un hombre de 59 años fue detenido acusado de mantener relaciones sexuales con ella.
Más información
La semana pasada vi una película dirigida en 2007 por Ben Affleck, ‘Adiós, muñeca, adiós’ (‘Gone baby gone’), que no habla de este suceso pero se aproxima bastante a él. Tiene un mensaje muy perturbador. Por ejemplo, si conoces el entorno familiar de una niña que se ve obligada a prostituirse, si vive desatendida y sucia en la calle y es una molestia en casa para sus padres, y la rapta una familia que la cuida, la escolariza y le hace conocer un hogar, y esa niña quiere y es feliz con sus nuevos padres, tú como policía investigas ese rapto, denuncias a los secuestradores y devuelves, en una escena dramática, a la niña a sus padres.
Una situación moral complicada. Hay una ley además que prohíbe secuestrar niños: no me la sé pero estoy seguro de que existe. Volvemos al contexto y a su importancia. Pero en cualquier caso hay una ley. Y esa ley, en esa situación determinada, hace responsable al policía de la situación de la niña. El final de la película es brutal, porque el policía ha hecho lo que debe, gracias a su trabajo funciona la sociedad y garantiza la civilización, y para ello es casi seguro que le ha destrozado la vida a la niña. Lo cual me lleva a una cosa que enfada mucho a algunos amigos míos.
Al Estado. Diré más: a la intervención del Estado en la vida de las personas cuando las personas merezcan que el Estado intervenga en ellas. La protección de menores, la discriminación positiva de minorías, la atención de mayores abandonados por los suyos o desatendidos, la personas sin recursos: la injerencia del Estado en la sociedad, y la injerencia muchas veces en algo tan sagrado y privado como la familia, para corregir las desigualdades o para hacer que la aplicación de la ley, como en el caso de la película, no vaya en contra de los intereses de la persona a la que hay que proteger.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...