Los consumidores, por encima de los balances bancarios
Hubo un tiempo en el que la estabilidad bancaria era el argumento supremo para todo
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Pepa Bueno: 'Los consumidores, por encima de los balances bancarios'
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Madrid
Nueve años después del estallido de la burbuja inmobiliaria, la borrachera de ladrillo y de crédito que vivió la economía española sigue todavía arrojando consecuencias a fecha de hoy. La sentencia europea, la sentencia del Tribunal de Luxemburgo sobre las cláusulas suelo de las hipotecas establece que los derechos de los consumidores son más importantes que el peligro de perjudicar cualquier balance bancario. Es importante, porque hubo un tiempo en el que la estabilidad bancaria era el argumento supremo para todo.
Así que, si ese derecho prevalece, prevalece desde que se firma la hipoteca y, por eso, la banca española debe devolver todo lo que cobró irregularmente a quienes firmaron aquellas hipotecas que decían que si subía el euríbor pagabas más, y tanto más cuanto más subiera, pero que si bajaba, te ponían un tope a partir del cual el cliente, el consumidor ya no podía beneficiarse de la bajada.
Que aquello era abusivo ya lo dijo la justicia española en el año 2013, y que había que devolver el dinero a partir de esa fecha, de esa sentencia. Lo que dice ahora la justicia europea es que si es abusivo, lo es desde que se firma la hipoteca y hay que devolverlo íntegramente, todo. Los controles del regulador fallaron durante años, y lo que sería deseable ahora es que el proceso de devolución del dinero a sus verdaderos propietarios, los hipotecados, se haga de forma ordenada y rápida. Han esperado una década a que la justicia diga que ese dinero es suyo. Que no pase otra década para que acabe en sus bolsillos.
Y, por cierto, Europa, las instituciones europeas, tan denostadas, sirven también para esto, para poder subir un peldaño más pidiendo justicia y que la realidad comparada de unos países y otros acabe con los abusos que se puedan producir en uno de ellos.