Pequeño genio
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Historias a media mañana con Espido Freire (21/12/2016) - Pequeño genio
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Madrid
Un día más, diciembre acaba. Hace frío. El padre ha salido: tiene unas clases particulares en una casa en el centro, para unos alumnos mediocres, pero es lo que hay. Ella, la madre, está escribiendo una carta, mientras vigila con el rabillo del ojo a los niños, a los dos: la niña juega, muy seria, a sus pies. Siempre ha sido seria, desde que nació. El chico, en cambio, fue tocado por un ángel risueño.
El niño imita a su padre, músico, y se ha sentado frente al teclado. La madre está a punto de reñirle. No es algo con lo que deba trastear,¡si lo viera su padre… ! Pero luego piensa que no hay nada de malo en que se familiarice con los instrumentos, y que ella prestará atención, para que no lo estropee. Cuanto antes mejor. El niño comienza a tocar, primero teclas sueltas, luego una melodía sencilla, sorprendentemente hermosa. Su mano izquierda se incorpora también a la música, danza sobre la otra con precisión. Su hermana y su madre se han quedado paralizadas, boquiabiertas. Wolfgang tiene tres años mal cumplidos. Dios mío, es un portento, piensa su madre. ¿Cómo decírselo a su padre, cómo reaccionará, qué bienes o qué males le estarán esperando? Es una mujer religiosa, y se dirige de nuevo a Dios. Protégele de lo que le espera y de lo que le aguarda en su destino, porque mi niño es un genio, y si lo es, es porque Tú quieres, y yo no podré entenderle, no podré cuidarle mucho tiempo …