Hombres, hombres

Madrid

Las primarias en el socialismo francés están marcadas por la testosterona. La presencia de Sylvia Pinel, líder del partido de los radicales de izquierda, entre los siete candidatos es la confirmación de que, como en la derecha, en la izquierda se piensa que sólo un hombre puede pararle los pies a Marine Le Pen, una mujer físicamente grande y de voz grave. Incluso fuera del Partido Socialista, los otros candidatos de la izquierda -salvo la trotskista Nathalie Artaud- también son hombres. Y no será porque no hay cantera: la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, ha representado la oposición interna a François Hollande y la de París, Anne Hidalgo, se ha construido un perfil nacional gracias a su gestión con verdes y comunistas de la capital. La primera cree que ya no es su momento y la segunda prefiere esperar a 2022. En algún momento, la exministra de Justicia, Christiane Taubira, llegó a contar con 30.000 firmas de apoyo en Internet. Sin embargo, a los que le animaban les respondía: "si paso a la segunda vuelta frente a Marine Le Pen, ¿cree que tendría posibilidades de ganar?". Solo hay algo peor en política que ser mujer; ser mujer, de izquierdas y negra.