Aznar lo sabe, naturalmente

Madrid

No ha sido político más equivocado respecto a sí mismo que Aznar. Se convencido de que fue un presidente pluscuamperfecto a base de distorsionar la realidad hasta extremos inauditos. Así, además de autoabsolverse por su papel como patrocinador del crimen de Irak, llegó a creerse que lo de 2008 pasó porque estaba Zapatero en La Moncloa porque si hubiera estado él no hubiera ocurrido eso.

Tampoco nunca ha aceptado que su política de poner en venta el suelo patrio y lanzar la especulación hasta el delirio tuviera que ver con la magnitud del descalabro. Permitámosle que siga creyendo que él no tiene responsabilidad alguna en la Gürtel ni en los sobresueldos ni en la doble contabilidad de Génova porque a fin de cuentas él solo era el presidente del partido.

Y ahora, cuando a través de la FAES acusa a Rajoy y a Soraya Sáenz de Santamaría de claudicar en Cataluña no le recordemos cómo se arrastró él ante Pujol cuando no tenía mayoría absoluta. Dejémosle que se crea un hombre de Estado muy importante aunque se limite a denunciar sin proponer, que es lo que hacemos los simples comentaristas rasos. Aunque él por patriotismo debería decirnos cómo se sale del laberinto catalán, si es solo con ley, si es con algo más, con qué más, porque naturalmente él lo sabe. Es imposible que él no lo sepa.