Homenaje al periodismo

Madrid

Es cierto que las mentiras aceptadas sobre la niña Nadia y el tratamiento de su enfermedad ha sido un ejemplo de periodismo precipitado, seguido por medios que hicieron audiencia con un caso flagrante de engaño. Pero han sido también periodistas, en concreto mis compañeros de investigación de El País, los que desvelaron la patraña del padre de la niña, ahora detenido. Este es un oficio imprescindible para la sociedad. El periodismo recibe tortas por todas partes, pero si no existiera este oficio la mentira y la manipulación serían más fáciles y la sociedad sería un saloon del oeste americano. Mi homenaje al periodismo está sólo unos centímetros por debajo de mi homenaje a las madres.