¡Que se lo pongan ellas!

Madrid

Hace un cuarto de siglo el Ministerio de Asuntos Sociales lanzó la campaña del “póntelo, pónseló”, para fomentar el uso del preservativo entre los jóvenes. Aquel “pónselo” levantó una gran polvareda entre sectores ultraconservadores que no podían soportar que las mujeres tuvieran un papel activo en el sexo. Desde hace un lustro no hay polémicas, sencillamente porque no se ha hecho una sola campaña semejante.

Hoy les estamos contando que, según un estudio de la Federación de Planificación Familiar,la mayoría de las comunidades cofinancia con sus presupuestos métodos anticonceptivos para ellas, pero sólo cuatro financian también el preservativo para ellos. Así que ahora una campaña como aquella vendría a decir, más o menos: ¡Que se lo pongan ellas! Da la sensación de que se quiere prevenir un problema de dos sin molestarle mucho a él. Hace dos semanas supimos del frenazo de un método anticonceptivo masculino tan eficaz como la píldora pero… con los mismos efectos secundarios de la píldora, al parecer insoportables para nosotros. Como a estas alturas ya sabemos que la concepción, salvo milagros, es cosa de dos ahora sólo queda interiorizar que la corresponsabilidad no se refiere sólo al fregado de los platos.