Maestros (y maestras) acosados
Creo que no hay nada más progresista –y más beneficioso- que reconocerle a un maestro su autoridad
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La opinión de Francino (18/11/2016) - Maestros (y maestras) acosados
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Madrid
La noticia del momento en el ámbito educativo seguramente sea saber cuánto de la LOMCE quedará en vigor después de que una mayoría parlamentaria haya apostado por derogarla. Es la noticia del momento, la que más ruido genera, porque tiene proyección política, porque hoy mismo el Gobierno ha planteado una especie de contrapropuesta con el tema de las reválidas, porque hay miles de estudiantes pendientes de lo que finalmente se decida, todo eso está muy bien…Pero yo creo que el foco lo deberíamos situar hoy en otro punto.
Es posible que recuerden a la pedagoga que esta misma semana nos explicó cómo funciona el modelo educativo finlandés. Bueno, pues una de sus frases, la frase definitiva -que además se ha hecho viral- fue: “La clave del éxito del sistema educativo en Finlandia es el respeto al profesor”.
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Bueno, pues en España parece que eso del respeto al maestro sigue costando. El defensor del profesor, una figura que creó hace ya una década el sindicato ANPE, acaba de confirmar que se ha duplicado el número de denuncias por ciberacoso. Las agresiones físicas no, han bajado un pelín, tanto por parte de alumnos como de padres; pero el año pasado, entre pitos y flautas, se tramitaron casi dos mil denuncias. Y esta es la punta del iceberg, los casos que alcanzan ya un nivel insoportable; pero hasta llegar a eso, tenemos una larga lista de situaciones que van desde el padre –o la madre- que increpa al profe de turno delante del chaval; hasta el alumno que se pone gallito o maleducado en clase y el profe –o la profa- plegan velas para evitar males mayores, etc. O sea, un desastre.
Y lo peor es que este discurso algunos –o bastantes- lo identifican con un discurso rancio, conservador, poco moderno...pues no estoy de acuerdo. Creo que no hay nada más progresista –y más beneficioso- que reconocerle a un maestro su autoridad. Es como la clave de bóveda: si falla eso, se hunde la construcción. Y me temo que la nuestra, nuestro sistema educativo, presenta grietas muy, muy preocupantes porque el respeto –en general- cotiza a la baja. Por eso gana terreno en todas partes la tribu de los Trump.