Geometría variable
Con Fernández Díaz en la candidatura provocación, y con su pataleta final, el PP ha demostrado que le va a costar mucho comprender su nueva situación

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Madrid
La Legislatura que hoy abren solemnemente los Reyes será de geometría variable. Cada partida se jugará en muchos tableros. Simultáneas de dos contra uno, de distintos dos contra uno.
El PP espera que en muchos casos el PSOE y Podemos se neutralicen y pueda gobernar con cierta holgura. El PSOE espera que el PP y Podemos polaricen dos posiciones en los extremos, y eso le otorgue espacio para crecer en la franja moderada. Y Podemos espera poder presentar al PP y al PSOE como pareja de hecho para hacerse con el liderato de la oposición, pero todos pueden resbalar.
El PP, acostumbrado la mayoría, puede perder pie cuando haya que ceder. Acaba de demostrarlo. El PSOE, en tierra de nadie y con un embrión de liderazgo con mando a distancia desde Sevilla, puede vivir entre la indefinición y la contradicción. Y a Podemos se le puede escapar de las manos el delicadísimo equilibrio que pretende calle-Parlamento.
Por de pronto, en los primeros asaltos, el PP ha besado la lona con la Lomce y con Fernández Díaz en la candidatura provocación, y con su pataleta final ha demostrado que le va a costar mucho comprender su nueva situación. Y por cierto, el señor Fernández Díaz demuestra tener o mucho hambre o poca dignidad para con la reprobación de la cámara arrastrarse a aceptar un cargo, el que sea, en vez de salir discretamente camino de su casa.