Javier Gomá: "EEUU ha escogido a un matón"

Madrid

Hemos amanecido con Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Muchos no se lo explican, porque parecía que todo iba en su contra, al menos en el panorama mediático. Nosotros, en Hoy por hoy con Gemma Nierga, hemos intentado comprender por qué ha obtenido la victoria, con los testimonios de Juan José Millás y el filósofo Javier Gomá.

Trump consiguió una amplia victoria en Ohio, uno de los battleground states decisivos para obtener la presidencia. De allí es Shally, una joven de 18 años que ha votado por primera vez y que, tras conocer los resultados, ha compartido con nosotros su visión de lo ocurrido. Votó a Hillary y casi no podía creerse la victoria del candidato republicano cuando su padre se lo comunicó en un mensaje. "Tengo que terminar a la universidad y conseguir un trabajo y este resultado es muy importante porque no sé lo que va a pasar", expresaba preocupada. Además, cree que Trump "no está preparado para ser presidente".

Millás no ha pegado ojo durante la noche electoral. "Es inexplicable, ¿no?", decía al comienzo del análisis, porque Trump había demostrado ser "un salvaje que menosprecia a las mujeres y a los negros".

Javier Gomá ha intentado explicar por qué, con la mala imagen que tenía, ha logrado vencer. "Hay veces que una sociedad busca la fuerza y la energía que reivindica lo propio y que quiere que les devuelva un orgullo perdido". Y apunta que Estados Unidos, ante la pérdida de ese orgullo patriótico, ha elegido a "matón que te defiende de quien sientes que te ha hecho daño, un personaje que reivindica lo propio, América primero".

Y aunque pasemos de lo civilizatorio a casi lo bárbaro, dice, consigue devolver ese orgullo a una sociedad "más herida de lo que podíamos imaginar". Y dice que Trump es "un carácter ganador ante una sociedad que siente que está perdiendo".

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Otro de los aspectos que ha dejado ver la victoria del candidato republicano, dice Gomá, es la pérdida de influencia de los medios de comunicación, los cuales, no ofrecían una buena imagen de él. Se da por tanto la paradoja de que ha ganado "un empresario, viejo, maquillado, gordo, rico, hortera, que capta el descontento de una clase media, una mayoría silenciosa, en contra de la oligarquía y logra devolverles el orgullo", comentaba.

El exceso de confianza en sí mismo y su pragmatismo como empresario, dice el filósofo, es lo que hace que no tenga miedo de romper las convenciones. Sobre su discurso, sí ha notado algo distinto de él porque "ha sido burocrático, convencional, con un lenguaje conciliatorio" y que mostraba "la satisfacción de que han votado a una persona que va a castigar a la oligarquía", concluía.