Clinton-Trump
El primer presidente negro fue un acontecimiento. La posibilidad de una presidenta mujer en 244 años de historia no parece serlo

undefined
Madrid
En el día de la elección presidencial de los Estados Unidos, un apunte de Dominique Moisi, profesor del King's College de Londres. El primer presidente negro fue un acontecimiento. La posibilidad de una presidenta mujer en 244 años de historia no parece serlo.
Se diría que asociada al establishment Hillary Clinton pierde su condición de mujer. O es eso o es que el machismo insensibiliza. Lo cierto es que en la elección presidencial de hoy se enfrentan dos personalidades devaluadas que algunos intentan equiparar. El provocador filósofo afroamericano Cornel West hacía ayer una afirmación fatalista: se trata de elegir, dice, entre la catástrofe neofascista y el desastre neoliberal. No deberíamos aceptar con naturalidad estos paralelismos. Trump está en un plano diferente, está en el plano de la indignidad. Trump, un dinamitero descontrolado, ha degradado la política con actitudes, comentarios y planes que hubieran debido cerrarle el paso no ya a la presidencia de Estados Unidos sino a cualquier casa decente.
Y atención a las Cámaras. Obama no tardó mucho en comprobar qué poco manda el que manda. Se da por seguro que los Republicanos conservarán la Cámara de Representantes pero peligra su mayoría en el Senado donde, no se nos olvide, se ratifican los tratados internacionales y se designan los altos cargos del Poder Judicial. A la una del mediodía hora española se abren los colegios electorales.
La firma de Iñaki Gabilondo: 'Clinton-Trump'
01:19
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles