Sí, Hernando es el broncas, pero el jefe es Rajoy
Mejor el estilo chocarrero de un señorito malcriado que el de alguien con capacidad de razonamiento, se pensará para sí Mariano Rajoy. Cuánto mejor el puñetazo – Rafael Hernando ya lo practicó con Rubalcaba- que el diálogo
El ojo izquierdo: 'Sí, Hernando es el broncas, pero el jefe es Rajoy'
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Madrid
Dicen las lenguas informadas que Mariano Rajoy pretende mantener a Rafael Hernando como portavoz en el Congreso. Y lo quiere así, al parecer, para enfrentarse a los duros Iglesias o Rufián. Prodigioso razonamiento en un político tan presumido de su institucionalidad como el presidente- él es la seriedad, dice, y los demás son la chufla- que prefiere contestar con un broncas a los guapos del barrio, antes que con un pacificador.
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Labor ridícula, por cierto, que el amigo Rufián, por ejemplo, esa caricatura del rebelde profesional, tan risible, no necesita respuesta alguna que en su pecado –el desparrame- lleva la penitencia.
Con Iglesias, si cunde la intención, tendremos abundantes fuegos artificiales, que es lo que conviene para embarrar el campo.
Claro que el resto de los grupos más importantes, PSOE o Ciudadanos apenas si necesitarán contestaciones, o eso prefigura el desprecio de Rajoy, porque se portarán como buenos chicos, que la gobernabilidad –todos firmes- es lo primero.
Así que elijamos al oso tabernario, de nombre Rafael Hernando, para que dé altura al debate político de nuestro Parlamento. Mejor el estilo chocarrero de un señorito malcriado que el de alguien con capacidad de razonamiento, se pensará para sí Mariano Rajoy. Cuánto mejor el puñetazo – ya lo practicó con Rubalcaba- que el diálogo. Está bien. Así tendremos siempre presente de dónde viene y a dónde va el Partido Popular.
