Rojo al gato de Felipe González
No estaba en el regazo de su dueño, dejándose acariciar por él, cuando el expresidente sugirió a los suyos que le hicieran unos zapatos de cemento a Pedro Sánchez.
Barcelona
Rojo animalista, al gato de Felipe González, que no estaba en el regazo de su dueño, dejándose acariciar por él, cuando el expresidente sugirió a los suyos que le hicieran unos zapatos de cemento a Pedro Sánchez. La iconografía es la iconografía, señor gato, a ver si cuida usted las formas.
Ámbar irónico, a los 17 ejecutores, que si bien fueron diligentes en el cumplimiento de la sugerencia del jefe, no colocaron el peso necesario en los pies del cadáver, que flota desde el miércoles, con la barriga hinchada y los ojos abiertos, en las aguas pestilentes de Ferraz. Una chapuza digna de Christopher Moltisanti, el sobrino de Tony Soprano.
Verde, a Rita Barberá, que, decidida a ganarse el sueldo, acudió finalmente a su puesto de trabajo, el Senado, para echarse una siesta a la vista de todos.