Soluciones políticas

Madrid

¡Qué difícil moverse en el laberinto del terremoto socialista! y todavía más cuando a la cacofonía que ya conocemos se suman los expertos en estatutos, artículos, apartados y epígrafes. A este vetusto ojo le aterroriza la sola posibilidad de entrar en el esotérico mundo de las interpretaciones legales, precipicio que conduce irremediablemente a cruce de acusaciones, las demandas, las querellas, y por tanto a los jueces. ¡Qué horror solo pensar en ello!

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Un partido político no es una sociedad mercantil, anónima, limitada de cualquier otro carácter en la que un consejo de administración y sus departamentos jurídicos buscan resquicios para ganar batallas. El PSOE, puesto que de él hablamos, es un partido político, y sus soluciones deben ser siempre, siempre, políticas. Y para cualquier observador externo lo más racional y fácil de entender es que si fue un comité federal quien dijo no a la abstención, sea otro comité federal quien ratifique o cambie esa decisión, porque esa es, no le demos vueltas, la madre del cordero de la discusión.

Lo mismo ocurre con la convocatoria de primarias en la elección de candidato a la presidencia. Serán muy honorables las opiniones de Vara o Page, pero también las de Borrell o Jordi Sevilla. Confronten ideas donde hay que hacerlo y no en hojas volanderas. Pero sobre todo: ¡hagan ustedes política y no trampeen como leguleyos!