“La nostalgia te obliga a perderte el presente”
La escritora nos invita a reflexionar sobre la importancia que le damos al pasado
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Madrid
Este viernes, la escritora Espido Freire nos ha hecho reflexionar sobre la nostalgia generacional. En Hoy por hoy con Macarena Berlín, hemos recordado algunos hitos que marcaron nuestro tiempo pasado.
"El pasado es un pasado mental seguro al que podemos recurrir"
15:06
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¿Por qué recurrimos al recuerdo? La escritora dice que las personas nacidas a partir de los sesenta son precozmente nostálgicas y, que en general, nos sentimos cómodos recurriendo al pasado porque es un "estado mental seguro", mientras que huimos del presente y del futuro que nos inspira incertidumbre.
En la actualidad nos interesa el pasado. Lo vemos a través de la moda o de los contenidos audiovisuales. "Al pasado podemos regresar y reinterpretarlo una y otra vez", comentaba. "Los nacidos a partir de los 40 y los 50 tuvieron la sensación de ser protagonistas de cambios efectivos", mencionaba Espido refiriéndose a hitos como la urbanización, el anhelo del final de la dictadura o la llegada del hombre a la luna. Esa es la generación que ha adquirido la nostalgia con el paso del tiempo.
¿Y por qué las generaciones echan mano de lo que algún día fueron? Espido explica que tenemos la sensación de que no hay nada interesante en el presente o que no somos capaces de adaptarnos a él. "Hay una idea generalizada de que todo nos supone demasiado dolor y sufrimiento y necesitamos compensaciones inmediatas como el dulce del recuerdo", añadía.
Una conexión directa con el pasado se nota a través de las prendas de vestir. Han vuelto los pantalones "tipo madre", los tops cortos, los pantalones lavados a la piedra... que nos permiten volver a los años ochenta y noventa.
Y nuestra descendencia también nos hace echar la vista atrás en el tiempo. Vemos la nostalgia a través de nuestros hijos. "No sabemos ser padres ni madres y acumulamos culpa al respecto", Espido explicaba que antes los niños se iban criando mientras los padres tenían la conciencia de que lo hacían de forma natural. Ahora sentimos que tenemos una responsabilidad y lo estamos haciendo mal. "Si a mí esto me gustó y a mí esto me fue bien, que mis hijos lo hagan también",
apuntaba.
La crisis económica de nuestro país también ha hecho resurgir en nosotros una faceta nostálgica. Antes de que estallara nos sentíamos impotentes. "Nos han educado por encima de nuestras posibilidades". "Teníamos la sensación de que aquello en lo que nos habían educado no llegaba nunca", explicaba.
Según la escritora, el problema de que habitamos en nuestros recuerdos radica en que tenemos miedo a la realidad. "La nostalgia te obliga a perderte el presente". "A veces hay que realizar un esfuerzo constante para vivir en el aquí y en el ahora", concluía.