Manos blancas
El secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco están marcados en la historia como esas manos blancas alzadas que se oponían a lo peor de ETA

JUAN CRUZ / EL DERECHO Y EL REVÉS 14 DE JULIO
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Madrid
Aquellos días de hace veinte años en que protestábamos en las calles de toda España contra el secuestro y el asesinato bárbaro del joven político vasco Miguel Ángel Blanco están marcados en las memorias de la historia de la democracia como esas manos blancas alzadas por ciudadanos que se oponían a lo peor de ETA: su ansia de matar, su carácter vengativo, el efecto público de su rencor. Ahora los herederos de ETA, su brazo ideológico, empiezan a desmarcarse de aquel ominoso pasado. Ojalá a esto sigan el desarme absoluto de la banda y también el arrepentimiento verdadero por la mancha que colocó sobre una época que fue peor por culpa de ellos.