Cuando Spielberg saca al niño que lleva dentro
Aprovechamos el estreno de su última película, “El gigante bonachón”, para repasar otras películas del director en las que trata el mundo infantil.
Madrid
“El gran gigante bonachón”, el cuento de Roald Dahl en el que se basa la película se publicó por primera vez en 1982, es decir, el mismo año en que Steven Spielberg arrasaba en las pantallas con “ET el extraterrestre”. Esta película, si nos fijamos, tiene bastantes paralelismos con los cuentos y libros de Roald Dahl. Los temas que trata el escritor en casi todos ellos son muy similares a los que abordaba Spielberg en su película: la amistad, la lealtad, la soledad que se siente en la infancia, los miedos que habitan en la niñez….
Sucedió una Noche (10/7/2016): Cuando Spielberg saca al niño que lleva dentro
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Steven Spielberg siempre ha dicho que el origen de ET hay que buscarlo cuando él era un niño y creó a un amigo imaginario que le ayudó a superar el divorcio de sus padres. Algo muy parecido le sucede a la protagonista de “El gigante bonachón”. Una niña huérfana y solitaria que por primera vez en su vida se siente aceptada y comprendida, no por otros niños o por los adultos, sino por un ser extraordinario.
ET tiene también referencias a otros relatos infantiles que el director adora como “El Mago de Oz” o “Peter Pan”. Un personaje, este último, que finalmente llevaría a las pantallas. A Steven Spielberg siempre le fascinó su historia. Su madre le había leído la obra siendo niño y él siempre se identificó con ese joven que no quería crecer. “Hook, el capitán Garfio”, es la historia de un adulto que se ha olvidado de que un día fue Peter Pan. El film refleja también otra de las preocupaciones de Spielberg en aquellos años: el paso inexorable y la fugacidad del tiempo y perderse la niñez de sus hijos.
Otra película de Steven Spielberg directamente relacionada con la infancia es “El imperio del Sol”. El niño protagonista, Jim, que interpreta Christian Bale, se pierde y se queda solo en la de ciudad de Shanghai invadida por los japoneses. Posteriormente quedará recluido en un campo de concentración y allí perderá paulatinamente la inocencia hasta hacerse adulto. Pasará de los juegos infantiles a luchar por su propia vida y se enfrentará cara a cara con la muerte.
En “Inteligencia Artificial”, otra de sus películas, encontramos nuevamente la fascinación de Steven Spielberg por el mundo infantil. Está basada en un relato de ciencia-ficción, “Los superjuguetes duran todo el verano” de Brian Aldiss, y cuenta la creación de un niño robot diseñado para satisfacer los deseos de paternidad de las parejas que no pueden tener hijos. Spielberg explora con esta historia el mundo de los sentimientos infantiles. El niño robot está programado para amar, pero los humanos no están preparados para las consecuencias. Algo parecido a lo que ocurría en otro de los cuentos de cabecera del director cuando era un niño: “Pinocho”.
Pero además de las películas directamente relacionadas con el mundo infantil, los niños están siempre presentes en el cine de Spielberg. Hay niños en “Encuentros en la tercera fase”, en “Tiburón”, en “Indiana Jones y el templo maldito”. Los hay también en “Parque Jurásico” o en “La guerra de los mundos”; incluso resulta difícil de olvidar la niña del abrigo rojo en “La lista de Schindler” aunque solo aparezca en un único plano. Son personajes vertebrales en muchas de las tramas de sus películas. Ahora el mundo de los niños vuelve a ser el absoluto protagonista de la última película de Spielberg. Mi amigo el Gigante. Y es que los niños con Spielberg siempre están en buenas manos.
Antonio Martínez
Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine y de música. Primero en 'El cine de Lo que yo te diga',...