Un año de la Ley Mordaza
Fue una de tantas que el PP, ahora dispuesto a dialogar sobre todo, aprobó con el rechazo unánime de la oposición, que la consideraba infumable.
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Cadena Ser
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Madrid
La Ley Mordaza cumple hoy un año. Fue una de tantas que el PP, ahora dispuesto a dialogar sobre todo, aprobó con el rechazo unánime de la oposición, que la consideraba infumable. Se da la paradoja de que mientras la ley pretendía combatir a los que rodeaban el Congreso, algunos de quienes lo hacían tienen ahora escaño en el hemiciclo. Pero se da aún una paradoja más insoportable y es que el ministro que la alumbró, que criminalizó derechos básicos como el de manifestación sorteando el procedimiento judicial, se dedicaba al mismo tiempo, presuntamente, a pergeñar operaciones contra rivales políticos por el mismo procedimiento.
Sabemos que en los seis primeros meses de aplicación fueron impuestas 40.000 sanciones. Algunas de ellas a periodistas, multados sencillamente por ejercer su oficio. Y mientras la policía sancionaba con una mano, el ministro condecoraba por duplicado a guardias civiles por devolver en caliente a inmigrantes en la frontera. Fernández Díaz ha sido apuntalado por razones electorales. Pero, gobierne quien gobierne, ni el ministro ni su ley deberían seguir para recuperar una cierta normalidad democrática.