Godos y Vouillé, 507
Sobre las cenizas del Imperio Romano de Occidente surgió un nuevo paradigma político basado en la tradición romana que impregnó durante siglos los campos de las Galias, Hispania y la península Itálica.
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La conversión de Recaredo, 1888 / Antonio Muñoz Degrain
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Madrid
Estos territorios serán el escenario propicio para el desarrollo de fascinantes e interesantísimos acontecimientos político-militares. El periodo en el que nos sumergimos abre los mal llamados “Siglos Oscuros” que, como veremos, tenían más luz que sombras. Una época muy intensa cargada de brillantes estrategas, sabios políticos y grandes guerreros todos ellos en forma de godos, tanto visigodos como ostrogodos, francos, galorromanos, etc. Nos adentramos en la vieja Europa, la cual se abría paso entre las ruinas del Imperio Romano y las nuevas monarquías germánicas.
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SER Historia: Los godos (03/07/2016)
Así, en el año 507 tuvo lugar una batalla que determinó las respectivas Historias de Francia y de España. Las ansias conquistadoras del franco Clodoveo chocaron con las fronteras del Reino Godo de Tolosa, un reino que se extendía desde el Loira hasta el Guadiana y cuyo destino era regido por el visigodo Alarico II. En los campos de Vouillé francos y visigodos sembraron de sangre la Galia, llevando a Clodoveo a destruir el Regnum Gothorum de Tolosa. Sólo la intervención del poderoso rey ostrogodo Teodorico el Grande salvó a los visigodos de la hecatombe total.
Visigodos, francos y ostrogodos son los protagonistas de este viaje político-militar a las entrañas de nuestro pasado y donde personajes como Alarico II, Clodoveo y Teodorico el Grande forjaron la esencia de nuestra identidad.
La caída del reino tolosano y el desplazamiento definitivo de los visigodos a la península Ibérica dieron como resultado el nacimiento del Regnum Gothorum de España y el florecimiento de su urbs regia, Toledo.
En conclusión, la destrucción del Reino Visigodode Tolosa y el llamado intermedio ostrogodo cerraron un capítulo fundamental de nuestra Historia, para dar paso al Reino Visigodode Toledo y que prohombres como Leovigildo llevasen a cabo un serio proyecto de estado y se avanzase en la unión de godos e hispanorromanos como un único pueblo bajo el prisma de una misma cultura, la visigoda, que recogía la herencia de unos y otros en pos del bien común.
¡Historia en estado puro!
(Extractos adaptados de Vouillé, 507. El nacimiento del Regnum Gothorum de España, HRM Ediciones)