¿Mismos hechos, distintas responsabilidades?
Un país serio no puede permitirse que quien tiene la obligación y los instrumentos para hacer cumplir la ley converse en su despacho sobre operaciones para sortearla
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Director de la Oficina Antifraude de Cataluña(EFE)
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Madrid
Una semana después de su comparecencia ante la cámara, el Parlamento de Cataluña ha cesado hoy al director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, interlocutor del ministro Fernández Díaz en las comprometidas conversaciones en las que pergeñaban actuaciones contra rivales políticos. Contrasta esta respuesta al escándalo con la que toca al ministro, que ni ha comparecido ni ha sido cesado, se ha presentado como víctima y en el camino ha obtenido el premio de un escaño en el Congreso.
¿Mismos hechos, distintas responsabilidades?
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La regeneración política es papel mojado si no se puede investigar ni preguntar ni exigir responsabilidades en un presunto caso de degeneración política. Y un país serio no puede permitirse que quien tiene la obligación y los instrumentos para hacer cumplir la ley converse en su despacho sobre operaciones para sortearla. En este caso, un mismo hecho ha producido dos reacciones políticas bien distintas. Y tampoco hay que ser un demócrata “pata negra” para intuir cuál parece la más indicada.