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No sin los europeos
Las instituciones, por miedo a alimentar a los partidarios del Brexit, dieron la impresión de que era asunto de Gran Bretaña. Desde el viernes se ha convertido en un problema europeo
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Un turista, días después de que Reino Unido votase 'Sí' a abandonar la UE. / Dan Kitwood (Getty Images)
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'El Faro' de José María Patiño: No sin los europeos
Madrid
Las instituciones europeas, por miedo a alimentar a los partidarios del Brexit, dieron la impresión de que el referéndum era un asunto interno de Gran Bretaña. Un problema británico. Pero, desde la mañana del viernes se ha convertido en un problema europeo.
Para resolverlo existe la tentación de forzar una mayor integración mediante una Europa a dos velocidades, cuyo núcleo duro estaría conformado por aquellos países que estuvieran dispuestos a avanzar con la consiguiente pérdida de soberanía nacional. Este deseable acelerón no sólo necesita que Francia y Alemania dejen al margen sus numerosas diferencias para volver a ser el motor de Europa, sino, sobre todo, debe recuperar la confianza de los ciudadanos.
Según un reciente sondeo, una quinta parte se declara antieuropeo y en la misma proporción proeuropeo. En medio, un 60% de euroescépticos desencantados con el proyecto. Es necesario redefinir lo esencial. Cambiar el funcionamiento de una élite más preocupada por los bancos y las mercancías que por los ciudadanos. Volver a una Europa que ofrezca seguridad pero que ante todo defienda unos valores y una forma de vida singular en el planeta.