El pulgar del emperador romano

Madrid

Si los sondeos aciertan los vencedores van a quedar en manos de los perdedores. El PSOE puede ser el derrotado de la jornada pero sin él los ganadores pueden quedarse con su triunfo en barbecho, en espera, como el heredero de una gran fortuna que no puede tocar. Ni el PP ni Unidos Podemos van a poder gobernar sin el laissez-passer, sin el salvoconducto del PSOE. Así pues, el PP podría celebrar su victoria en el balcón de la calle Génova el domingo y, sin embargo, quedarse en la oposición. Asimismo, Unidos Podemos podría obtener el éxito del sorpasso, podría incluso sumar con socialistas y otros, y quedarse con las mieles del poder en los labios. Ciudadanos desde su cuarta posición podría obligar al PP a hacerse el harakiri, con lo sangriento que es eso, para buscar un sustituto a Rajoy.

Desde la noche del 26 y durante bastante tiempo los ganadores van a permanecer mano sobre mano a la espera, y podría darse el caso de que el PSOE de menor poder de su historia, inclusive en su más que probable merienda de negros poselectoral, esté llamado a ser el pulgar del emperador romano, el que determine el gran veredicto.

En la película Novecento se dice una frase que siempre me intrigó y que viene al pelo a nuestro actual galimatías: “Ganar, perder, no importa. Lo importante es todo lo demás”.