Oigan, no todo vale

Madrid

Entramos en la semana definitiva. Primero, el referéndum británico el próximo jueves y después, las elecciones españolas. Cuanto antes se acaben las dos campañas mejor para todos, porque en las rectas finales se suelen producir algunos desmanes y se pueden decir muchas tonterías.

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Una de las más notables es la de acusar al líder socialista Pedro Sánchez de racista por limpiarse la mano después de saludar con un apretón de manos a un niño. Si el niño fuera blanco todo el mundo se hubiera fijado en que el propio niño se mira la mano desconcertado un segundo después y que Sánchez se la limpia a los dos segundos. Pero como el niño era negro, algunos descerebrados o malintencionados, no pensaron en que los dos, niño y Sánchez, se habían pringado con algo, sino que el líder es un racista de tomo y lomo. Tanto que no soporta el contacto físico.

Y por ahí se lanzaron la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y algunos otros portavoces del PP, todos ellos rebotando sin cesar el vídeo en Internet. La verdad es que de quien habría la sospecha de un cierto racismo es de quienes se les ha ocurrido semejante historia. Tiene razón Pedro Sánchez. Oigan, no todo vale.