Perdimos nosotros

Madrid

Si escuchas a los candidatos o a los portavoces de los partidos políticos, todos ganaron el debate. Si prestas atención a las encuestas de los medios de comunicación o a las redes sociales para cada uno ganó uno, pero mi sensación tras más de dos horas y media de tedioso debate es que perdimos nosotros. Perdimos la oportunidad de ver una verdadera confrontación de programas, de que se hablara de los verdaderos problemas de la gente y del país que quiere quien gobierne. Solo dos ejemplos, Catalunya, el principal problema político ahora mismo, liquidado en dos minutos, la violencia machista que mata a decenas de mujeres cada año, liquidado en segundos.

El resto, lo que ya sabíamos, que Rajoy heredó una España en muy mal estado y que él nos ha salvado del rescate y que ahora todo esto va como un cohete. Que Pedro Sánchez recordó hasta en once ocasiones que no gobierna porque Podemos no quiere, porque Pablo Iglesias prefirió situarse al lado de Rajoy. Que Pablo Iglesias se puso en modo no arriesgar, porque no le hace falta. Lleva tiempo instalándose en la moderación y las encuestas le premian. Y Albert Rivera que dio por la derecha y por la izquierda salvando solo al líder socialista, no en vano con él firmó el único pacto que vimos en las negociaciones.

Esto en cuanto al contenido. En cuanto al continente. Los partidos deberían dejar de imponer el formato y decidir quién tiene que organizar el debate. En este país hay televisiones públicas y privadas cansadas de montar grandes eventos a la perfección. Lo de ayer fue una vuelta al pasado. Un plató anodino y unos problemas de realización y de sonido imperdonables, como tener el micro bajado de los candidatos para que no se oyeran sus réplicas, o escuchar constantemente los susurros de los moderadores cuando se intentaban poner de acuerdo. Por cierto, los ciudadanos deberíamos exigir que el modelo de moderador sea el que ayer representó Vicente Vallés. Si los partidos solo quieren a alguien que controle los tiempos, que pongan marcadores como en el baloncesto.

Si hace unos días critiqué el hecho de que solo hubiera un debate a cuatro hoy me alegro de que solo haya un debate a cuatro.