El crimen perfecto
Nos adentramos en uno de los planes más maquiavélicos de la historia reciente de España
Madrid
El dinero quizá no de la felicidad, pero con él puedes comprar cosas muy caras que se parecen mucho a ella… algo así debió pensar la protagonista del Caso Real de esta semana, una psicópata que no dudó en acabar con la vida de una de sus mejores amigas para cobrar un seguros de vida millonario.
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El País
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El País
Estamos hablando de Angie Molina, una zaragozana de familia humilde que se negó a vivir como una ciudadana media y optó por la opulencia y la ostentación aunque para ello tuviera que matar. Un caso que nos narra Neus Sala, gran conocedora de esta historia que revela que el dinero puede convertirse en la fiebre más mortal.
Todo dio inicio en el año 2006. María de los Ángeles Molina era directora de recursos humanos de una firma de moda en Barcelona. Tenía unos 40 años. Era atractiva, le gustaba vestir bien, aparentar y sobretodo fingir tener mucho más de lo que realmente poseía. Llevaba un tren de vida que su sueldo de asalariada no podía costear pero al que no quería renunciar. Así que trazó un plan, quizá el plan más maquiavélico de la historia reciente de España.
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El País
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El País
EL PLAN
Su propósito se dilató durante dos años. Escogió como víctima a Ana Páez, una compañera de trabajo que consideraba a Angie como una muy buena amiga. En una primera fase, se dedicó a suplantar la identidad de su amiga para contratar pólizas de crédito y seguros de vida a nombre de Ana Páez. En la segunda fase, mató a su amiga y empezaría a cobrar todo lo que había sembrado en los dos años anteriores. Para librarse de toda sospecha lo tenía todo planificado, fingió que Ana había muerto tras una agresión sexual.
SU PASADO
Las autoridades, indagando en el pasado de Angie Molina, hallaron turbios hechos que apuntaban a que, quizá, el plan trazado contra Ana Páez, no fue más que la repetición de una conspiración ejecutada años atrás.
Jamás se la pudo culpar pero hay indicios de que Angie Molina tuvo algo que ver con la muerte de su anterior pareja: Juan Antonio Álvarez, un acaudalado empresario canario dueño de diversos locales de restauración.
Se conocieron en 1988, se casaron dos años más tarde y tuvieron una hija. Fue en 1996 cuando sobrevino la tragedia, Juan Antonio murió en extrañas circunstancias. Fue hallado muerto en su cama, habiendo tragado más de medio litro de detergente. Todo apuntaba al suicidio. Sus amigos dijeron que Juan Antonio era alguien que vivía feliz, no había indicios de que quisiera acabar con su vida. Angie, heredó todos los negocios y cobró una póliza de vida millonaria. Con el dinero en su bolsillo, cambió de vida y se mudó a Barcelona. Una década más tarde, inició su plan, con Ana Páez como objetivo.