La maldición de Seseña
La única respuesta lógica es que las llamas de ese incendio no sólo queman neumáticos; están consumiendo también buena parte de la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
La opinión de Francino | La maldición de Seseña
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Madrid
Podría ser el título de una novela negra o de una película de terror: "La maldición de Seseña". Ya sé que eso no debe hacerle ninguna gracia a la gente que vive allí, pero es lo primero que me ha venido hoy a la cabeza, cuando el humo del incendio en el cementerio –o vertedero- ilegal de neumáticos ya empezaba a ser visible desde Madrid. Eso lo primero....porque lo segundo –pero seguramente lo más importante- tiene que ser preguntarse cómo diantres una instalación declarada ilegal y un peligro para el medio ambiente desde el año 2003 todavía seguía acumulando tal cantidad de material. La única respuesta lógica es que las llamas de ese incendio no sólo queman neumáticos; están consumiendo también buena parte de la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Sí, porque este siniestro revela un fracaso general, una incompetencia y una desidia de tal magnitud que hay que indignarse sí o sí. En 2003, como les decía, esta instalación ya fue declarada ilegal, pero es que en 2009 una sentencia judicial ordenaba la recogida y destrucción de los neumáticos. ¿Ustedes creen que se ha hecho algo? Pues no. Es verdad que desde 2011 ya no ha habido más vertidos pero el stock acumulado era brutal, el más grande de Europa. Así que los aficionados a buscar simbolismo en las imágenes ya lo tienen: a sólo 400 metros de la megaurbanización construida por "El pocero" en pleno boom del ladrillo, a menos de medio kilómetro de esa ciudad fantasma, arde un cementerio ilegal de neumáticos. Mal que nos pese, es otra marca España.
