Capitalismo
Sánchez ya ha bautizado la coalición entre Podemos e Izquierda Unida como el regreso del comunismo
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La columna de Almudena Grandes: 'Capitalismo'
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Madrid
En el ojo del huracán de la modernidad como estética sagrada y apuesta política infalible, afloran las viejas palabras. Rajoy presenta a su partido como estandarte de la España moderada e ignora el tenebroso efecto que genera esa expresión. En el siglo XIX, cuando los absolutistas se dieron cuenta de que ese nombre no les sentaba bien, se rebautizaron como moderados frente al progresismo de los liberales. Bajo esa máscara, siguieron siendo ultraconservadores, ultrarreaccionarios y ultracatólicos.
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JAVIER JIMÉNEZ BAS
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JAVIER JIMÉNEZ BAS
En el otro extremo, Sánchez ya ha bautizado la coalición entre Podemos e Izquierda Unida como el regreso del comunismo. Este presunto anatema, más antiguo incluso que el fantasma al que pretende combatir, está íntimamente asociado con la estrategia de la moderación. Se trata de esgrimir el miedo como arma política. Mientras tanto, nadie se molesta en recordar que el capitalismo no es fruto de la voluntad de Dios, ni otro nombre del único mundo posible, ni un destino irremediable.
El capitalismo no es la realidad. Es una ideología, pero en el baile de las viejas palabras siempre brilla por su ausencia. Quienes apelan a nuestro miedo, no la pronuncian jamás. Por eso conviene recordar que el fracaso del socialismo real no la ha ennoblecido, que su imperio planetario no supone una virtud, como no lo fue el del fascismo hace ochenta años. A veces, los silencios dicen más que las palabras. Pronuncien ésta conmigo: capitalismo. Comprobarán que la tierra no se hunde bajo sus pies.