Una semana después, el incendio canadiense sigue sin control
Las autoridades consideran que los focos no se controlarán durante días, aunque las peores previsiones apuntan a que será en varias semanas
Los vehículos con material peligroso se alejan de las llamas cerca de Fort McMurray / MARK BLINCH (Reuters)
Ya es considerado como el peor desastre natural de la historia canadiense. En el incendio que afecta a la provincia de Alberta, los bomberos y los servicios de emergencia tratan de sofocar las llamas de 48 focos que amenazan con arrasar el doble de las 156 000 hectáreas ya consumidas según ha informado el ministro canadiense de seguridad pública Ralph Goodale.
Del total del territorio consumido, tan solo el sábado las llamas arrasaron con 50.000 hectáreas. Se trata de “un fuego peligroso e impredecible”, aseguró Goodale tras conocerse que las condiciones meteorológicas en la región no van a ser las más favorables: se registrarán temperaturas de 28 grados en una región donde no se han registrado lluvias desde hace dos meses.
Algunos afectados han manifestado su horror sobre la nube que envuelve a la región: “es un infierno”, aseguró una de las evacuadas a la BBC que ahora permanece en un centro de atención junto a su familia tras perder su vivienda.
Evacuados desde el incendio descontrolado de Fort McMurray en el centro de evacuación de Lac la Biche, Alberta. / CHRIS WATTIE
Evacuados desde el incendio descontrolado de Fort McMurray en el centro de evacuación de Lac la Biche, Alberta. / CHRIS WATTIE
De momento, las llamas no han alcanzado una instalación de extracción de crudo en Fort McMurray, aunque las autoridades mantienen la vigilancia para que, en cualquier caso, se mantenga la protección a toda costa. Los trabajadores han sido evacuados desde el viernes.
El incendio ha provocado el fallecimiento de dos personas y la evacuación de 88 000.
