Europa no es para jóvenes

Europa no es para nuestros hijos. No para los menores de 25 años que representan un 27% de la población frente al casi 19% de los que tienen más de 65 años. En las políticas de nuestros países pesan más los segundos que los primeros.

Esta semana, el jefe de opinión política de Financial Times, Philip Stephens, señalaba la paradoja de que los que van a sufrir las consecuencias de un posible Brexit no van a ser los que ahora lo votarán, sino sus nietos y bisnietos: los llamados “millennials” y los aún más jóvenes, a los que ya se conoce como “generación Z”.

Un reciente estudio de France Stratégie, un organismo de reflexión que depende del primer ministro, señala que “el esfuerzo de la nación se concentra cada vez más en los más mayores”, que reciben el 17% del PIB frente al 8 de los menores de 25. El envejecimiento de la población es uno de los motivos, pero no el único. Los recortes en educación consecuencia de la crisis van en detrimento de los jóvenes que, en la zona euro, alcanzan el 22% de tasa de paro.