No se llevan los sueños
La política se ha instalado en los terrenos del descreimiento y la resignación
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Estados Unidos
Estoy en los Estados Unidos y percibo que, como España y como toda Europa, la política se ha instalado en los terrenos del descreimiento y la resignación. No se llevan los sueños y los grandes proyectos. El penúltimo debate Clinton – Sanders para la candidatura demócrata se jugó a la chica, con las luces cortas, en el menudeo de la política. Si la potencia hegemónica está así, sin más proyecto que seguir al rebufo de los acontecimientos con los ojos vendados y la lengua fuera, poco puede extrañarnos que Europa no sepa por dónde se anda, o que España viva asimismo trotando a ciegas, sin saber qué gobierno quiere ni para hacer qué. Más aún, después de un montón de capítulos, cuando creíamos estar a punto de acabar la novela, hemos vuelto al prólogo debatiendo quiénes habrían de ser los candidatos. Un elemento móvil en este paisaje. El Papa con su viaje a Lesbos. Su gesto, tan emocionante como inútil, es el único que parece dispuesto a mirar los problemas a los ojos.