El éxito de contemplar una prensa hidráulica
Youtube nació pensada como una red social para ligar, pero ha terminado siendo un universo paralelo en el que cada vez se fijan más las productoras audiovisuales
El patito de goma está a punto de ser ejecutado ante la mirada de millones de espectadores de su vídeo en la red. / Youtube
Madrid
Hubo una primera generación de internautas que descubrió los chats. Y nadie los comprendía. Hubo una segunda que popularizó los blogs y los foros. Y sus mayores tampoco los comprendían. Luego llegó otra que empezó con las redes sociales. Y a sus mayores les costó comprenderlo (aunque aquí ya lo hicieron en alguna medida: Facebook, por ejemplo, ha logrado llegar a gente de casi todas las edades). Ahora, probablemente, estemos ante una generación que milita en Youtube. Que mete ahí sus horas. Que, incluso, invierte en equipamiento técnico para poder ser como El Rubius. Y a sus mayores nos cuesta comprenderlo. Pero lo incuestionable es algo tiene que la red social de los vídeos. Cómo no iba a estar en lo último no, lo siguiente de los informativos de fin de semana de la Cadena SER.
Lauri Vuohensilta es un finlandés que tiene poco de un adolescente extasiado por los youtubers. Pero es una pequeña estrella con su más de medio millón de seguidores. Alguno de sus vídeos llega casi hasta los diez millones de visualizaciones. ¿Cuál es su secreto? ¿Tal vez una versión comentada de un videojuego? ¿Moda? ¿Consejos de estética? Una prensa hidráulica. Con ella aplasta todo tipo de objetos, desde patitos de goma hasta monedas, pasando por un teléfono móvil Nokia de aquellos que nos parecían irrompibles.
"Siempre me ha gustado ver en Youtube cosas romperse", explica Vuohensilta, orgulloso de ser el octavo youtuber más seguido de Finlandia.
Hace poco uno de sus fundadores ha revelado que la idea original con la que fue creada Youtube no era ver a un señor finlandés aplastando cosas con su prensa hidráulica ni ver a ídolos juveniles simplemente haciendo cosas. Muy al contrario, Youtube fue creada como una web de citas. Ahora habrá quien ligue, pero parece lejos de ser Tinder.
Amor, o contacto físico, quizá no se encuentre, pero sí que, cómo no, lo que hay detrás de los vídeos es dinero. Y cada vez empieza a moverse más. La cantidad de potenciales clientes, consumidores que hay viendo esos vídeos a veces inverosímiles es cada vez mayor. Basta como ejemplo El Rubius, la estrella española: tiene 17.500.000 de suscriptores. Así que no es de extrañar que Youtube haya lanzado un servicio de pago, que aún no ha llegado a España, con el que tiene como proyecto competir con plataformas tipo Netflix. Netflix ha contraatacado de momento empezando a fichar youtubers como Miranda Signs, que tiene más de seis millones de seguidores. Muy lejos del youtuber más famoso del mundo, PewDiePie, que cuenta con 43 millones de fieles y que ha fichado por Disney.
Lo siguiente, para muchos aspirantes a Rubius será, para su desgracia, seguir colgando vídeos sin obtener nada a cambio, ni siquiera la comprensión de sus mayores. Solo unos cuantos likes.
