Muere el cantante Merle Haggard

Madrid

A principios de año, Merle Haggard pasó diez días en un hospital por una neumonía. “Soy afortunado de seguir vivo”, afirmaba el cantante en una entrevista en Rolling Stone. Pero la fortuna no le acompañó mucho más y Merle apenas resistió un par de meses más. Aquella neumonía regresó para llevarse a un cantante poco reconocido en España pero que firmó algunas de las páginas más intensas de la historia del country outlaw, aquel subgénero musical comandado por los artistas que se escaparon de las normas estéticas de Nashville para jugar con sus propias reglas. Uno de los últimos trabajos de Haggard venía firmado, precisamente, junto a otro de los exponentes del género, el superviviente Willie Nelson con el que editó ‘Django and Jimmie’.

Nacido a finales de los años treinta, Haggard, con su voz agrietada de fraseo limpio, cosechó desde mediados de los años sesenta una gran cantidad de éxitos en las listas de country. Pero el músico de California no quería jugar con las reglas de la meca del country, su cálido estilo se escapaba de las cargadas producciones musicales de aquellos años y Haggard tomó su propio rumbo. Por el camino siguió facturando unas cuidadas canciones que conectaban con un público que nunca le dio la espalda, regalándole números uno también durante los años setenta y ochenta.

Pero la vida de Haggard dio tumbos durante los siguientes años, incluso llegó a ingresar en prisión en varias ocasiones. La vida en la carretera no era fácil, la vida de un forajido tenía esas cosas y el músico fue coleccionando matrimonios rotos, hasta cinco esposas llegó a tener entre periodos de tranquilidad mezclados con quiebras, peleas, tiroteos y enfermedades relacionadas con su alcoholismo. Merle vivió con ese 'outlaw' que resumía su música, pero en los últimos años volvió a sacar la cabeza del pozo con una serie de discos que le conectaron con un nuevo público y que recibieron el aplauso de la crítica. La muerte de Haggard es el final de una vida vivida al límite narrada en canciones, las de un hombre de otra estirpe, una que con su muerte va quedándose sin representantes.