Brecha digital

Madrid

El estudio Sociedad de la Información en España ha confirmado un mayor crecimiento del uso de Internet en la franja de 55 y 64 años: los usuarios de esta edad han llegado al 61,4%, seis puntos más que en 2014.

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Es curioso, porque las buenas noticias relacionadas con internet se producen cuando alguien empieza a usarlo más tarde. Es decir, que a la generación de nativos digitales se le oponga la de ancianos analógicos. Internet ha conquistado el presente y el futuro. Ahora quiere conquistar, de alguna manera el pasado.

La brecha digital consiste de alguna forma en esa mirada del hombre mayor al bebé que desbloquea la tableta y entra en una aplicación. La genialidad de los ingenieros se ha volcado en hacer productos instintivos. Esa brecha que se acorta, porque es natural, tiene que ver también con la curiosidad. Las semillas siempre tienen más ganas. Pero el estudio también dice que ese interés de las personas mayores por internet se produce en campos como operaciones bancarias o declaraciones de la renta. Algo especialmente curioso.

Porque según ese estudio de Telefónica se mantiene la preocupación por la seguridad de los datos personales. El derecho a la intimidad, tan subjetivo. Yo por ejemplo soy de los que prefieren ser vigilados de forma continua y que mis actividades siempre tengan algún tipo de supervisión, aunque sea en Palo Alto. Y continúa viéndose arriesgado de alguna forma, en sectores de la población, poner el número de la tarjeta para comprar un producto. Arriesgado porque no vaya a funcionar. O peor: que funcione.