La suma es siempre la misma: 90 más 40, 130. Pocos

Madrid

Es posible que Sánchez no logre el objetivo de formar gobierno, claro está, pero nadie podrá quitarle el mérito de que es el único que lo está intentando. Porque quien se llena la boca repitiendo una y otra vez que él ha sido el ganador de las elecciones, léase Mariano Rajoy, no ha dado un solo paso para convertir ese hecho aritmético cierto en una victoria política efectiva. Así que los votantes, si acaso se llegara a unas nuevas elecciones, deberían acordarse en el momento de depositar la papeleta de quién ha movido ficha y de quién ha hecho de don Tancredo.

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La pregunta del millón, por supuesto, es si con 90 diputados, el magro resultado de Sánchez en diciembre, se puede articular una mayoría suficiente, no sólo para la investidura, sino para conseguir un Gobierno razonablemente estable que permita una administración de la cosa pública sensata, máxime en un momento de crisis como el actual.

Y la respuesta no puede ser muy optimista, a la vista de que las matemáticas son tan tozudas que esos 90, con los 40 de Ciudadanos, siempre suman lo mismo, 130, muy pocos para esa estabilidad imprescindible. ¿Ha aclarado algo la reunión de ayer sobre un posible apoyo exterior de Podemos? Sánchez dice que hay posibilidades, pero los hechos acompañan poco.

¿Esperanza? Lo último que se pierde, ya lo saben ustedes.