Manos tendidas como exvotos

Madrid

Hoy comienza el segundo tiempo de un partido que terminará el 2 de mayo. Ese día sabremos si los partidos, todos los partidos, devuelven a los españoles un problema que no han sabido resolver. Si son incapaces de desempatar y le piden, por tanto, a los votantes que cambien su voto para que esto se mueva porque ellos no saben, no quieren, o no pueden.

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Mientras tanto y como dice Toño Fraguas, ojo con la tendinitis que puede provocar tanta mano tendida en todas las direcciones. Manos tendidas que, en realidad, parecen exvotos colgados de la tribuna del Congreso sin ninguna voluntad real de encontrarse, de chocar con otra mano. Manos de cera.

Es lunes, 7 de marzo y el regusto que deja el espectáculo del viernes por la tarde en la segunda sesión de investidura provoca más desazón que esperanza.

A la tribuna subieron dos políticos, Pedro Sánchez y Albert Rivera, con una propuesta sobre cómo resolver nuestros problemas. Propuesta de la que se puede disentir o estar de acuerdo, rebatir, objetar y contra-ofertar. Y a eso, efectivamente, se dedicaron la mayoría de los grupos minoritarios, pero no los dos partidos que tenían en su mano que ese pacto prosperara o no -y las dos opciones, hacerlo prosperar o fracasar son legítimas-. Rajoy subió a demostrar que sigue sin sintonizar el mes de marzo del año 2016 y Pablo Iglesias que tiene igualmente problemas de sintonía, si no, no se explica que, cuando se juega el futuro inmediato de la gente, empleara en chascarrillos una buena parte de sus cinco minutos en la tribuna del Congreso sólo porque tenía que neutralizar su imagen agria de la primera sesión.

Hoy, portanto, empieza el segundo tiempo del partido buscando el desempate, y las responsabilidad es de todos, de todos los partidos políticos.

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