Aplausos al perdedor
Aplausos a Pedro Sánchez, que se atrevió a intentar por derecho y a pecho descubierto un acuerdo dificilísimo en un país con tendencia a verlas venir y a criticar
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Madrid
Aplausos al perdedor. Si no se produce un milagro, la investidura de Pedro Sánchez va a ser derrotada mañana y también el viernes o el sábado en la segunda tentativa. Pero Sánchez merece un gran aplauso por haberse atrevido a intentarlo y por haber defendido sus opciones, primero ante la cúpula y luego ante las bases de su partido, donde por cierto, encontró un respaldo muy estimable. Y, más aún, porque sus propuestas, de amplio espectro para lograr acuerdos, estaban condenadas a defraudar.
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Tiene mucho mérito lo de Sánchez, sí. Máxime, porque tal vez tanta fatiga no sirva para nada. Seguramente la semana que viene, tras las investiduras fallidas, algunos en el PSOE pensarán que en estos intentos Sánchez se ha carbonizado, que hay que barajar de nuevo, que empieza otra partida, que hay que prepararse para las nuevas elecciones tal vez con otras fórmulas y tal vez con otras personas. Ya veremos.
Por el momento, aplausos a Sánchez que se atrevió a intentar por derecho y a pecho descubierto un acuerdo dificilísimo en un país con tendencia a verlas venir y a criticar. Un país donde todo no hacer encuentra excusas y donde todo hacer ha de enfrentarse con los tomatazos.